Todos sabemos de la existencia de un conejo de pascua, pero ¿De dónde surge la idea de un tierno lapin regalando huevos de chocolate? Pues bien, hay diferentes relatos sobre el tema.
Uno de ellos nos cuenta que cuando se encontraba Jesús en el sepulcro, quedó atrapado en la cueva un conejito a su lado, Este vio como todos lloraban la muerte de Jesús y después al haberlo visto resucitar, decide comunicar a la humanidad la buena noticia, pero como todos sabemos ¡Los conejos no hablan! Así que el conejito decide transmitir la buena nueva mediante huevos pintados de muchos colores manifestando la alegría por la vida.
Algunos historiadores nos dicen que tiempo atrás diferentes culturas representaban el libertinaje y la fertilidad mediante conejos, en tiempo de primavera se festejaba a la diosa de la fertilidad, así mismo en tono de burla representaban a un conejo (que naturalmente no es ovíparo), poniendo huevos. Poco a poco está tradición se volvió un juego para niños, en donde salen con canastas a buscar huevos de chocolate escondidos por los jardines.
Estas son solo algunas historias de tantas que contar, pero lo más bonito es poder jugar y divertirnos en familia, así que encontrar un pretexto no es cosa difícil.
Y Recuerda ¡A meter las manos!
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